http://www.tarifaweb.com/aljaranda/num44/art6.htm
El teléfono en Facinas
Jesús
Terán Gíl
En el número
anterior de esta misma Revista de Estudios Tarifeños nos referíamos
al Casino de la Entidad Local Menor de Facinas, Sociedad ésta del
Casino que acaba de cumplir 75 años.
Ya anunciábamos que en el presente nos referiríamos a la
Central de Teléfonos, la cual el pasado mes de diciembre de 2001,
concretamente el día 4, Santa Bárbara, igualmente debería
haber cumplido los mismos tres cuartos de siglos de existencia, pero el
avance tecnológico y la marcha del tiempo han querido que ninguna
de las dos entidades estuvieran presentes en el recién inaugurado
siglo XXI.
Al igual que del Casino, recogemos del semanario Unión de Tarifa
algunas crónicas referentes al acontecimiento de su inauguración.
A continuación transcribimos lo que decía el semanario en
su número 85 de 26 de junio de 1926.
"Como avanzada de nuestra ciudad y cual si fuera su barrio más
típico, aunque alejado unos kilómetros del casco de la población,
pero como pedazo de la misma que conserva todavía sus modalidades,
usos y costumbres, con aquellas condiciones étnicas y psicológicas,
propias de su alma, así Facinas, se asienta en la vertiente norte,
de uno de los montes de propios del pueblo de Tarifa, al que debe la existencia
esta simpática aldea.
Producto –y ello no debe ofrecernos duda– de un esfuerzo constante
y paulatino alimentado por la general conveniencia, de ese núcleo
de población campera que diseminada por los diferentes sitios de
la campiña, dedica toda su actividad al labrantío de la
tierra y al pastoreo de ganados. Estas buenas gentes en su mayoría
–asalariados y jornaleros– bien pronto sintieron los efectos
de una considerable distancia entre el campo y la ciudad, con el sacrificio
casi perenne de vivir alejados del hogar y la familia y privados de las
positivas ventajas que siempre brinda la vida comunal. Responde, pues,
la aldea en su creación, a una necesidad sentida y justificada
así como al noble afán del campesino tarifeño de
conquistar con facilidad sus fines sociales, políticos, religiosos
y económicos, compaginándolos con su habitual ocupación.
Facinas en este aspecto, sólo es un pedazo de Tarifa, cuyo génesis
se encuentra en la ausencia de todo género de comunicaciones y
en la enorme distancia que separa el campo de la ciudad, para poderla
salvar el hombre casi a diario; es, pues, un acorte de distancias, un
barrio de enlace, una aldea que de otra suerte no hubiera jamás
tenido razón de ser.
Por su rara extensión y elevada altura, parece esta aldea como
un balcón del campo tarifeño, que se denomina a simple vista
sin el catalejo auxiliar, así como la mirada se posa con simbólica
fijeza en la estrecha faja blanquecina que serpenteando por la extensa
planicie, va a perderse en lejanos confines y por allá como un
fenómeno de espejismo, vuela la imaginación del hombre de
aldea, hacia lo infinito del espacio, único patrimonio que nadie
podría discutirle; y es, que estos pueblos pequeños, humildes,
que se deben a sus propias fuerzas sin el calor oficial del Estado, no
tienen otros caminos por los que echar a vuelo su imaginación infantil
en pos de lejanas realidades, que una carretera próxima y construida
para otros que como ellos no tienen quizás ferrocarriles, pero
sí, un hilo siquiera que los acerca a la civilización y
al progreso, que acorta distancias entre el siglo pasado y el presente.
El telégrafo y mejor el teléfono, es algo indispensable
para Facinas, cuyas ventajas bien pronto se harían sentir en la
Ciudad y en la Aldea a la que acudirían gentes de todos los lugares
de su extenso campo, para comunicar con los pueblos comarcados, de los
que dependen en su relaciones oficiales y de negocios. Es vergonzante
que en gran parte de nuestra región se carezca hoy de ese hilo
indispensable y poderosísimo auxiliar en momentos determinados.
Hace muy pocos días y con ocasión de encontrarse el que
esto escribe, conversando un rato en el despacho oficial del joven y activo
Director Regional de la Compañía Nacional Telefónica,
señor Gil Merino, hablamos entre otras cosas, de la reciente –¡ya
era hora!– inauguración de un centro telefónico en
Medina Sidonia, cabeza del partido judicial; y como hace tiempo, constituye
en mí una pesadilla la traída del teléfono a Facinas,
varias veces intentada, me aseguraba el señor Gil Merino hacerlo
en breve, si como eran sus decididos propósitos enlazaba a Vejer
con Medina y Chiclana, agregando estos centros en dependencia directa
de Cádiz, y entonces, quedaría libre sin utilizar la línea
de Vejer con Tarifa y Algeciras de donde depende en la actualidad. Una
vez libre tan importante hilo cercano a Facinas, será fácil
hacerlo llegar a la Aldea e incorporarla a la red general de comunicaciones,
o sea a la vida de progreso y actividad que esta mejora supone.
Hoy por hoy, una de las cosas más interesantes para Facinas, quizás,
la más interesante, es la apertura de un Centro de Teléfonos
interurbano.
Obtuve la grata impresión en mi entrevista con el Director Regional
y ante sus acertadas disposiciones en la materia, de que sea factible
y en plazo no lejano, la dotación de un centro telefónico
en Facinas. Considero tan necesario este medio de comunicación
–fácil y rápida– que habría de utilizar
el campo en sus relaciones con la ciudad, que velaremos con todo entusiasmo
y tesón por obtener de quien puede hacerlo y tiene ya el asunto
en sus manos, una muy pronta y deseada realidad.
Se trata –no me cansaré de repetirlo– de algo transcendentalísimo,
dadas las especiales circunstancias que afectan a Facinas".
Esta instalación causó tal impacto que en el número
107 de fecha 27 de noviembre, el mismo semanario daba la siguiente noticia:
"Para tratar de este interesante extremo relacionado con la instalación
del teléfono en la aldea, vino a nuestra ciudad, en la tarde del
miércoles, el señor don José Sánchez Martínez.
Administrador en la Zona de Málaga y Campo de Gibraltar de la Compañía
Telefónica Nacional. Conferenció con don Carlos Núñez
y Manso y con el alcalde Sr. Morales Lara, así como con el pedáneo
de dicha aldea Sr. Díaz Pérez.
Para antes de mediar diciembre parece probable que se inaugure la línea
telefónica de Facinas, logrando tan simpática aldea una
de sus mejoras mas vitales y llenando con ello una necesidad muy sentida".
Y llegó el día de la inauguración, como queda dicho
al principio, fue el día 4 de diciembre de 1926 cuando las autoridades
tarifeñas y de la pedanía se dieron cita en Facinas para
el acto. Para ello, en el número 109 de fecha 11 de diciembre del
mismo semanario Unión de Tarifa, firmado por Protor, aparece la
siguiente crónica:
"EL TELEFONO EN FACINAS
Tras penosa marcha por la empinada cuesta y por una carretera cuyos pronunciados
baches arrancaban fuertes sacudidas al «auto» que nos conducía,
protestando del mal estado de este trozo de camino que une a la general
para poder llegar hasta la hospitalaria aldea, cuyas consecuencias repercuten
en los ocupantes del automóvil, haciéndonos dar saltos inverosímiles
y absurdos hasta dar con nuestras cabezas en la capota que nos resguarda
del aire. Desde lo alto de la cuesta hemos podido descubrir Facinas cuando
sus luces eléctricas comenzaban a alumbrarlas. La tarde, que se
nos antoja bastante fría, comienza a decaer lentamente dejando
a la extensa campiña en la penumbra. Son las cinco y quince minutos,
cuando nos apeamos del soberbio «Hudson» que nos trajo a esta
alegre villa en compañía del Alcalde de Tarifa don Antonio
Morales Lara, del teniente de alcalde don Roberto de la Presilla, del
médico don Juan Pérez Meléndez y de los señores
don José Benza Pérez y don José Manso Olano. A todos
nos trajo el mismo fin: asistir a la inauguración del Centro Telefónico
en la mencionada aldea. A nuestra llegada, nos esperan ya el Administrador
en la Zona de Algeciras de la Compañía Telefónica
Nacional don José Sánchez Martínez, que para solo
dicho efecto se hallaba en Facinas desde algunas horas con su ayudante
don Luís Amaro Pérez y de los mecánicos de la Compañía
que hicieron el montaje del aparato señores Aragón y Benítez.
Así mismo esperaban el alcalde Enrique Díaz Pérez,
Presbítero don José María Barreiro, médico
don Luis Espina, Teniente de Carabineros don Francisco Pareja, Maestro
Nacional don Manuel Gómez de la Barrera, concejal don Pablo González,
don Vicente Vivas, don Joaquín Jiménez Gallego, don Juan
Guerrero, don Fernando Pérez Meléndez, don Domingo Vasallo,
don Manuel Ortega, don Antonio Mora, don Gonzalo Peinado y otros muchos
amigos que sentimos no recordar por lo que nos privamos del placer de
consignar sus nombres.
Seguidamente y después del consabido cambio de saludos y habiendo
todos exteriorizado muy sinceramente su sentimiento por la ausencia del
Presidente de la Unión Patriótica tarifeña señor
Núñez Manso que debido a una ligera indisposición
no pudo asistir a dicho acto como hubieran sido sus deseos, marchamos
a casa de don Enrique Díaz Pérez, en un departamento de
la cual ha sido instalado el aparato telefónico antes dicho. En
el mencionado local se encontraba la distinguida señora de Sánchez
Martínez, con su simpática hermana la señorita Esperanza
Serrano Cuesta y su monísima niña Carmencita. Así
mismo asistían al acto de la inauguración la señora
de Díaz Pérez, sus encantadoras hijas Pepa, Ana y Pura y
las no menos simpáticas señoritas Milagros Gurrea, Pilar
del Castillo, Antonia Toledo y otras muchas más, que sentimos no
recordar en este momento.
Acto seguido comenzó la ceremonia de bendecir el aparato por el
presbítero señor Barreiro, quien dirigió una breve
y sentida plática a la concurrencia exteriorizando la importancia
que para Facinas representa tan vital mejora.
Puesta la comunicación con la capital de España y al habla
con el Mayordomo Mayor de Palacio, se envió un respetuoso saludo
a nuestro augusto Monarca, así como al General Primo de Rivera
y Director General de Teléfonos. También se cursaron sendos
y afectuosos telefonemas en nombre del Presidente de la Unión Patriótica
y Alcalde de Tarifa, entre otras ilustres personalidades, al Gobernador
Civil de la Provincia; Director de Teléfonos del 5º Distrito
don Francisco Gil Merino; Obispo de Cádiz; y don Serafín
Avalos, antiguo jefe de Teléfonos de nuestra Ciudad.
También puesto al habla con Tarifa sostuvieron los concurrentes
al acto animada charla con don Carlos Núñez, que como ya
anticipamos al principio de esta información, no pudo ir a Facinas
por las causas antes expuestas. Por medio del aparato el Presidente de
la Unión Patriótica envió su más entusiasta
felicitación por la mejora obtenida. Los asistentes correspondieron
a su saludo, expresando el Alcalde pedaneo Sr. Díaz Pérez
su reconocimiento al Director de UNION DE TARIFA, por su labor en este
asunto, gracias a la cual se ha llevado a cabo tan importante mejora.
Así mismo se telefoneó a varios periódicos de Madrid
y provincias, dando cuenta del acto.
EL LUNCH
En el bonito local del Casino de Facinas se sirvió después
de terminado el acto de la inauguración del Teléfono, un
delicado y abundante «lunch» al que asistieron todos los invitados.
La mesa en forma de T fue ocupada por un crecido número de comensales
sentándose en la presidencia el Alcalde Pedáneo de Facinas,
Administrador de Teléfonos en la Zona de Algeciras y Presbítero
de la aldea.
En la mesa presidencial, adornado su frente con la bandera nacional, se
leía el siguiente letrero: «Viva la Unión Patriótica.
Viva don Carlos Núñez y Manso». El lunch que como
ya anticipamos fue suculento, no faltando vinos de las mejores marcas,
fue servido por el Conserje del Casino señor Vasallo Benítez,
mereciendo nuestros mayores elogios por la prontitud y esmero.
Al finalizar, nuestro Alcalde señor Morales leyó el discurso
que a continuación reproducimos.
«Señores: Nuevamente tengo el gusto de dirigirme a los ciudadanos
de esta Aldea de Facinas, pero esta vez lo hago para felicitarnos todos
por la concesión del teléfono, mejora importantísima
que os pone en comunicación directa con Tarifa, nuestra hermana
y con todas las poblaciones.
Era esta una necesidad sentida desde que ocupé el cargo que ostento
y por la cual no hemos cesado de trabajar ni un solo día, con nuestro
presidente, hasta conseguirla. Es, pues, hoy un día más
de gloria para esta Aldea, que poco a poco va consiguiendo todo lo que
merece.
Es mi obligación velar por los destinos de este pedazo de Tarifa,
pero trabajamos con más ardor, con más alegría cuando
nos sentimos apoyados, como lo estamos siempre por todos vosotros.
Otras mejoras irán sucediéndose en nuestra localidad, pues
muy pronto se construirá el nuevo Cementerio, y además tened
presente, que no os olvidamos un momento; vuestro espíritu y vuestra
hermandad hacen que crezca más y más nuestra estimación
hacia vosotros, para que todos unidos podamos finalizar la campaña
emprendida y continuada con éxito para bien de Facinas y Tarifa.
Y para terminar, doy las más expresivas gracias, a la par que honrosa
felicitación, en mi nombre y en el de todos al Jefe de Teléfonos
de Algeciras, para que a su vez haga llegar nuestro saludo más
cordial y más afectuoso a la Compañía Telefónica
Nacional, que tan alto está poniendo su nombre para honra y orgullo
de España». Sucediéronse luego vibrantes vivas a España,
al Rey, a Primo de Rivera a don Carlos Núñez, a la Compañía
Telefónica Nacional y un Viva Tarifa y Facinas puso fin al sentido
escrito del señor Alcalde, al discurso del señor Morales,
que fue muy elogiado y aplaudido. Contestó con muy elocuentes frases
de gratitud el señor Sánchez Martínez por la grata
acogida que este vecindario dispensaba al Teléfono siendo aquellas
agradablemente comentadas por la concurrencia y acogidas con grandes muestras
de simpatías.
También el presbítero señor Barreiro hizo nuevamente
uso de la palabra expresándose en tonos elevados y encomiásticos
a la nueva conquista que el servicio implantado supone a Facinas.
Terminada tan amena y agradable reunión nuevamente regresamos a
casa del señor Díaz Pérez, donde como ya hemos dicho,
ha quedado instalado el Centro Telefónico, cuyo servicio queda
abierto al público, lo que hace mejorar grandemente la situación
de Facinas, acercándola a la vida de relación con los demás
puntos de España.
Pecaríamos de injustos si antes de hacer punto final a esta información
no dedicásemos nuestro más efusivo elogio a la Compañía
Telefónica Nacional, por la labor de ir implantando en todos los
pueblos y aldeas en España, sacándolas de la incomunicación,
un servicio tan rápido y eficaz como es el de Teléfonos,
por lo que se hace acreedora que quede en muy alto concepto para todos
los españoles amantes del progreso y engrandecimiento de su Patria.
Así mismo felicitamos al señor Sánchez Martínez,
por la rapidez que por el personal perteneciente a su Zona, se efectuó
la instalación y montaje del mencionado Centro Telefónico.
Y como nota final, sea toda nuestra gratitud para el Presidente de la
Unión Patriótica Local, así como a don Francisco
Gil Merino, Director en Andalucía de la Compañía
Telefónica Nacional, quien supo oír y atender las reiteradas
manifestaciones del Sr. Núñez y Manso en pro de tan legítima
aspiración de Tarifa y Facinas.
En virtud y en contestación al telefonema que el Presidente de
la Unión Patriótica envió al Director General de
Teléfonos, ha recibido el Sr. Núñez y Manso, de tan
ilustre personalidad el siguiente telefonema:
«Agradezco atenta felicitación con motivo de la inauguración
servicio telefónico en Facinas, enviándole afectuosos saludos
para ustedes y ese vecindario en nombre de Compañía Telefónica
Nacional de España»".
En el mismo ejemplar del Semanario aparecen estos versos firmados por
Calaínos:
"Don Carlos,
santas y finas...
Sí, Calaínos... Le he llamado
para evitarme el mandado,
pues le hablo desde Facinas...
Con el mal tiempo reinante,
el viaje resulta ingrato.
El minúsculo aparato
que acerca la voz distante
Me permite conversar
mano a mano con usted
desde aquí; y por su merced
no me tendré que mojar...
¿Pero es cierto que han comprado
ahí, en Tarifa, unos pocos
arcos voltaicos, o focos
para dar buen alumbrado?
¿Cinco focos son? ¡Rediez!...
¿Como?... ¿Cuatro en la Alameda?...
¡Ah, claro! Y uno que queda
a la Puerta de Jerez...
Sí, señor: jamás en balde
cosa justa le he pedido,
sin ser al punto atendido.
¡Buen alcalde es nuestro alcalde!...
Con bancos en el paseo
y con luz, será muy grato
pasar por la tarde un rato
de música y charloteo...
¿Que cuál es mi parecer
sobre haber puesto a esta aldea
teléfono? Que es la idea
mejor que ha podido haber...
Ha estado muy bien, don Carlos.
Suponga la diferencia
(si de médico hay urgencia)
entre ir hasta esa, o llamarnos.
Si hacen falta medicinas,
o saber de algún pariente,
o dar aviso urgente
desde esta pobre Facinas
que estuvo hasta ayer aislada
de España, de Andalucía
¡del mundo! Pues no tenía
ni telégrafo, ni nada
el teléfono al momento
nos acerca a la ciudad.
¡Nos une a la Humanidad
este portentoso invento!
Bien hayan Graham Bell... y usted,
que nos trajo las gallinas.
¡No debe olvidar Facinas
tan señalada merced!"
La primera
Central fue instalada en la casa número 10 de la calle Divina Pastora
y en lo que más tarde fue la Barbería de Pichardo, allí
estaba como encargada Pepita Roa y de muchachas aprendizas Antoñita
Camacho, María Moreno Castilla, Amparo Parras Jaén y alguna
que otra más; luego, esta Central Telefónica pasó
a la casa número 16 de la misma calle, en una casa propiedad de
Maruja Núñez, estando de encargada Francisca Oliva Serrano
y a la muerte de ésta se hizo cargo su sobrina Paqui Oliva hasta
el 26 de octubre de 1988 en que el teléfono paso a ser automático.
Casa nº 16 de la calle Divina Pastora, de Facinas, donde estuvo el
teléfono en su segunda etapa.
La Central Telefónica de Facinas, al igual que la de Tarifa, era
una escuela de aprendizas en donde la encargada, junto a dos o tres muchachas,
aparte de desarrollar magníficamente su habitual trabajo, era una
especie de sabelotodo –en el buen sentido de la palabra– que
estaba al tanto de todo lo que ocurría en la ciudad, pueblo o aldea.
Y así cuando cualquier abonado sin tener que saberse de memoria
el número de teléfono al que quería llamar, le decía
a la telefonista: Fulanita, ponme con zutano; y la telefonista o te prestaba
el servicio o te decía: "Hoy no está en el pueblo,
ha ido a Cádiz a llevar a su madre al médico". Existía
una confianza entre abonado y telefonista que se perdió con la
automatización del teléfono, como tantas cosas se han perdido. |