LA GUARDIA CIVIL DE FACINAS


La Guardia Civil fue creada en 1844, para proveer al buen orden, a la seguridad pública y a la protección de personas y propiedades fuera de las poblaciones.

Hoy día, no se sabe con exactitud en qué año llega la Guardia Civil al pueblo de Facinas y cuáles fueron las primeras dependencias que utilizaron, ya que en Facinas hubo a la vez Guardias y Carabineros. Es posible que durante algún tiempo compartieran dependencias.

La primera constancia escrita que hace referencia a la Guardia Civil en Facinas, es el Padrón de Habitantes de 1875, en el que se cita al Guardia Civil José Moreno Muñoz, nacido el 1 de Junio de 1852, natural de Sevilla.

A principios del siglo XX Don Sebastián Álvarez manda hacer una Casa Cuartel con ocho pabellones, mas las dependencias oficiales, ya que los Guardias Civiles y sus familiares malvivían en los pocos cuartos que había en las antiguas cuadras y algunos vivían de alquiler.

Dicha casa cuartel data de 1911, el año en el que se cree que fue habitada por los Guardias Civiles y sus familias. Aunque pasaron al nuevo cuartel conservaron las cuadras para resguardo de los caballos.

La demarcación del Puesto de Facinas era: salida de Facinas pasando por el Valle y Carretas, subiendo y recorriendo todas las aldeas y cortijos de la Sierra de San Bartolomé, Sierra Plata, Retín, Tahivilla y los cortijos de la Campiña.

Los servicios eran efectuados por dos o tres Guardias Civiles y solían durar tres días, ya que se hacían a pie y a caballo. En el recorrido de estos servicios, llamados correrías, había puntos concertados donde dormían y comían los Guardias que estaban de servicio. Uno de estos puntos estaba en El Chaparral y otro en uno de los cortijos de Sierra Plata. Toda la zona de la costa de Bolonia era competencia de los Carabineros, y en la zona del Pedregoso y la Sierra de Ojén hacían servicio los miembros de un destacamento de la Guardia Civil que había cerca del cortijo del Pedregoso.

Según fueron pasando los años los servicios eran prácticamente los mismos. En la década de los años 60 y 70 se seguían haciendo las correrías a pie, pero ya había, aunque pocos, algunos vecinos de Facinas y sus alrededores, entre ellos los hermanos Tineo, que tenían coches o camionetas. Esta circunstancia la aprovechaban los Guardias Civiles que se encontraban de servicio, que al ver venir alguno de estos vecinos que iban en la misma dirección que ellos, no dudaban en subir al coche y ahorrarse parte de la caminata que les esperaba, que sobre todo con lluvia o con calor era durísima. Ésto siempre lo hacían a escondidas de sus superiores.

El primer vehículo a motor oficial que hubo en el puesto de Facinas fue un sidecar en el año 1971, aunque pocos años antes los propios Guardias Civiles compraron sus motocicletas, y los que entonces podían se compraban un coche que, con el permiso de sus superiores, utilizaban en los servicios. En 1973 traen el primer coche oficial, un Citroen Dian-6, lo que en este puesto hace retirar los cuatro caballos que entonces había. Uno de estos caballos fue destinado al puesto de Chiclana y los otros tres fueron llevados a Saladaviciosa.

El régimen disciplinario de la Guardia Civil siempre ha sido muy estricto. Todavía en los años 70 el Guardia Civil que estando en sus ratos libres y se encontrara en el Cuartel, tenía que estar de uniforme. Y si quería salir a comprar, por ejemplo, a la tienda de Villanueva, debía pedir permiso al cabo o al sargento. Si su superior no se lo concedía no podía salir del Cuartel. Incluso en el caso de querer contraer matrimonio tenían que pedir permiso a sus superiores y entregar un informe sobre los familiares de la novia. Si alguno tenia algún tipo de antecedentes, a dicho Guardia Civil se le hacia incompatible el servicio en los destinos cercanos a la zona de origen de su esposa.

A principios de los años 80 se empieza a construir una nueva Casa Cuartel al lado del Colegio, ya que el puesto de Facinas y el de Bolonia se habían unificado y el antiguo Cuartel estaba en estado ruinoso. Una vez acabadas las obras del nuevo Cuartel, por culpa de algún problema que había con la empresa de electricidad encargada de dar el enganche de la luz, va pasando el tiempo y no llega el día de entregarlo. Mientras, el Cuartel viejo se caía a pedazos, se llovía, nada más que había un servicio para hombres y otro para mujeres, y solamente una ducha, que sólo los más atrevidos utilizaban en invierno. La otra opción era bañarse en un baño de zinc en su casa. Esta situación hace que algunas de las mujeres de los Guardias Civiles (ya que ellos no podían hacerlo), acompañadas por una religiosa de las que entonces se encontraban en Facinas, se desplace hasta Vejer, donde estaban las oficinas de dicha empresa de electricidad, con la intención de hablar con la persona responsable para que agilizara los trámites para el enganche de la corriente eléctrica, y así pudiera ser entregada la nueva Casa Cuartel.

El día 1 de Febrero de 1985 se cierra para siempre la puerta del Cuartel viejo, dejando dentro tantos recuerdos de tantas familias que por allí pasaron, de tantos hijos de Guardias Civiles que allí nacieron y de tantos buenos y no tan buenos momentos que los Guardias que allí trabajaron tuvieron que compartir.

Si en Facinas hay una familia con vocación de Guardia Civil esa es la familia Paz, con cuatro generaciones de Guardias Civiles, que en la actualidad cuenta con siete miembros de su familia en activo.

En reconocimiento a la labor prestada por todos los Guardia Civiles que han pasado por el pueblo de Facinas y a los más de 130 años que lleváis conviviendo con todos los facinenses:

Cristóbal Iglesias Campos