V I E J I T A
 

 Era el plenilunio
pasada la primavera
cuando en estos pagos
el trigo ya estaba en las eras.

En aquellas noches
de claros de luna
cuajadas de estrellas,
cuando me esperabas
mirabas al cielo
y plegarias rezabas.

Y en tus sueños de madre
canciones de cuna cantabas.

Pasados los años…,
que bellos recuerdos 
¡ay madre del alma!
Cuando nos cuidabas
a tus siete niños.

¡Qué lindos tus cuentos!
cuando por las noches
junto a nuestras camas
tú nos los contabas.

Y aquella oración
que todavía rezo
al Ángel de la Guarda.

Hoy te contemplo ancianita:
Tu memoria falla.
Tus ojos sin brillo.
Tu piel arrugada.
Pero…¡estás más guapa!
Porque, tus dolores,
tu larga jornada,
dieron, paso a paso,
belleza a tu alma.
Tus rosas de dentro
perfumes exhalan
y los ruiseñores  
en tu pecho cantan

¡Y yo veo a los ángeles
al  mirar tu cara.

Juan Antonio Notario Rondón

Nota.- Esta poesía, última dedicada a mi madre, la compuse cuando ya había pasado la barrera de los 90 y publicada en mi libro de RELATOS Y POESÍAS (registrado: ISBN: 84-605-7004-5. Depósito legal: CA-130/97. Su presentación tuvo lugar en la antigua iglesia de Santa María en el Castillo de Guzmán el Bueno, y el acto fue organizado por la AGRUPACIÓN CULTURAL GUADALMESÍ.