a Félix, nuestro padre

Herencia

¿Dónde va el corazón de mi pecho adelantado?

Él vuela antes que yo, hasta la aldea llega.

“¿Cuándo llegamos, papá?”

El verso acompasado
resuena en mi mente al contemplar su vereda.

“Ya queda poquito”

Nuestra esperanza riega.

En sus ojos estrellas por encontrar lo amado

y volver, cada vez, a vivir lo añorado,

lo que la lejanía a diario le niega.

No hay mayor logro para un facinense

que el que con recuerdo, palabra y vida

contagia el amor de la tierra a su simiente.

Por eso lanzo al aire agradecida

palabras de cariño a él, a Facinas, a su gente

y a quien la dejó en la sierra suspendida.

Montse Álvarez Oliva
Terrassa, 2002