Recuerdos
del Director
En los meses finales
del año de 1955, durante una de las largas madrugadas que teníamos
de Adoración Nocturna, en las que prácticamente no dormíamos en los locales de la Divina Pastora que habíamos habilitado como
buenamente habíamos podido adecentar y arreglar, y pensando como
podríamos mejorar las instalaciones para que nuestras Veladas
fueran mas cómodas y satisfactorias: y ya que con las cuotas
que abonábamos nunca podríamos acceder a ninguna mejora
ni tampoco a nuestro Padrino de la Asociación que nos había
facilitado gentilmente la bandera, Don José Bohórquez,
el día de la Primera celebración y nos había pagado
un opíparo desayuno, se me ocurrió la idea, felizmente
llevada a la practica con posterioridad, de hacer unas representaciones
teatrales contando con la colaboración de la juventud que asistía
a nuestras sesiones de Adoración Nocturna.
Este tema quedó
planificado como una idea factible de poder ser llevada a cabo, siempre
que contáramos con la colaboración del Señor García
Sillero cediéndonos el local del Cine Alameda, que estaba cerrado
desde hacia años y donde tendríamos que hacer una obra
de fuerte desembolso económico habilitando delante de la pantalla
del cine un armazón de madera para poder las instalaciones de
un escenario en condiciones de aguantar las actuaciones y tampoco muy
grande para no restar capacidad de asistencia.
Con mas ilusión
que posibilidades de llevar a cabo empezamos nuestro periplo primeramente
buscando sainetes y obras que se pudieran representar que no fueran
muy difíciles de llevar a cabo, y una vez en nuestro poder, haciendo
copias a maquinas, porque no existían las fotocopiadoras, empezamos
nuestros ensayos en una habitación de la vivienda del Padre MENA
en la Parroquia.
Don José MENA
Bonilla, el Párroco de la Divina Pastora que gracias a él,
a sus buenos oficios, y al contar con vehiculo propio; aquella maravillosa
moto Norton que conducía tan diestramente nuestro amigo Paco
Quintana, y en sus viaje a Tarifa y Algeciras, donde nos compraron los
libretos de los sainetes y nos trajeron la buena noticia de que hablando
con Don Francisco García, en su tienda Garciluz de Tarifa de
que nos cedía gratuitamente la sala de Cine para hacer nuestras
futuras representaciones.
Nuestra ilusión
fue muy grande y contagiábamos a los mayores que gustosamente
nos facilitaban el camino de llevar a efecto lo que queríamos
que era llevar la alegría a los demás en una Facinas adormecida
y abúlica falta de cualquier distracción. Y, así
fue como hablamos con el carpintero Juan Rambaud, que gustosamente de
brindó a hacernos el escenario, fabricado con maderas como es
lógico, para poder desarmar cuando termináramos nuestra
“temporada”. Todo ello con la condición de cobrar
cuando tuviéramos ingresos. Algo imprevisible, porque no sabíamos
el grado de éxito que tendríamos ni cuantos ingresos tendríamos.
Nuestro empuje e ilusiones
fueron muchas; tantas que hasta teníamos carnét con nuestra
foto de pertenecientes al elenco artístico de la recién
creada Asociación de Actores.
Y nuestros ensayos proseguían
adelante con una calidad extraordinaria.
Teníamos el problema
de la luz. Facinas en esa época solo contaba con un par de horas
de luz eléctrica que producía una dinamo en el motor de
Diego Rosano, pero el Cine Alameda no tenia acceso a esa electrificación
por cuanto cuando en sus buenos tiempos proyectaba películas
de cine, tenia un motor propio que producía electricidad.
Pero a esto no llegó Don Francisco García Sillero; no
nos cedió la oportunidad de disfrutar de luz eléctrica.
Pero esto no nos achicó.
Contábamos con Pretromáx que nos cedieron para la iluminación
del salón. Estos instrumentos funcionaban con gasolina inyectada
a una camisa de seda encendida que proyectaba una fuerte luz luminosa.
De hecho era la iluminación con la que contábamos en nuestras
Veladas de la Adoración Nocturna, y que galantemente nos surtía
el Padre MENA pidiéndolas prestada y de su propiedad particular.
Todo iba a buen ritmo
y nuestros ensayos proseguían y ya teníamos varias obras
preparadas, cuando se nos ofrecieron por parte de distintas personas
para hacer actuaciones fuera de lo que es teatro. Canciones, declamaciones
de poesías, tocadores de guitarras, virtuosos de otros instrumentos.
Nuestra ilusión fue contagiosa, como fácilmente veis.
Quiero empezar contando
los momentos previos a nuestro día del Estreno de nuestros trabajos.
Todo lo teníamos
preparado y estudiado desde días antes. Incluso habíamos
encargado hacer unos programas de mano a falta solo de poner el DIA
y la hora.
Escogimos el domingo
DIA 29 de Enero, y la hora, que se me había olvidado poner al
encargar las hojillas, pusimos para las 10.30 de la noche.
Nuestro nerviosismo iba
en aumento conforme se acercaba los momentos, y aunque nos auguraban
un gran éxito, nos sentíamos preocupados por los resultados.
Desde una media hora
antes ya estaban entrando personal al salón del Cine Alameda,
y resultó que se llenó por completo y hubo que cerrar
la puerta de entrada y no vender mas entradas (he de decir que la entrada
tenia un precio de 3.- pesetas).
Y fuimos puntuales.
A las diez y media empezamos
y tras unos minutos del lógico nerviosismo nos tranquilizamos
y realizamos una representación de la obra UN PERFECTO SINVERGUENZA
yo creo que perfecta a juzgar por los aplausos que recibimos. Fue una
noche apoteósica para todos y nos sentíamos héroes
por unos momentos.
El dinero de la recaudación
fue íntegramente a una cartilla donde solo el Padre MENA podía
disponer, y nosotros a nuestros ensayos y reuniones donde celebramos
el debut de esa primera noche que tan estupendamente nos salió
todo.
A partir de esta fecha
hacíamos una función todos los domingos, y siempre tuvimos
lleno de personal. Incluso llegamos a detectar que llegaba personal
de la campiña para vernos actuar.
Todo marchaba estupendamente,
y cuando ya veíamos que no asitia personal cambiábamos
la cartela y hacíamos un estreno nuevo.
Todo fue perfecto, pues
incluso llegaron al campamento de Facinas soldados que asistían
a nuestras funciones. Llegando en algunos momentos a hacer dos funciones
para dar entrada a esos soldados que asistían a una hora mas
temprana.
Nuestras finanzas marchaban y con ellas compramos un par de mesas grandes
y cuatro bancos para las Veladas de Adoración Nocturna, y acometimos
obras en la propia Iglesia, un reclinatorio entre el altar mayor y los
bancos de los fieles a ambos lados del altar mayor algunas obras menores.
Pero tal vez el mayor
logro para nosotros fue el asistir a unos Ejercicios Espirituales en
Cádiz, en calidad de Internos en una casa de Ejercicios, y que
nos fue ofrecido por el sacerdote Don Sebastián González
Araujo, por entonces párroco de Conil de la Frontera.
Allá fuimos todos
los componentes de Aula Teatral que quiso asistir y pasamos cuatro días
entre rezos, charlas, misas y lecturas.
Nuestros éxitos
estaban asegurados, pero como todo lo bueno tiene un fin, el Señor
García Sillero, tal vez receloso de nuestro éxito, pidió
el retorno del local del Cine Alameda y con ello finalizó nuestro
periplo por el mundo del Teatro de aficionado.
Nos sirvió de
unión entre la juventud, y habíamos hecho sonreír
a los habitantes de Facinas durante unos días.
Volvíamos a los
días oscuros y tristes que por una temporada habíamos
espantado.
Algeciras
año 2005
Pedro E.
Cózar Estévez |